Monday, January 30, 2006

Entre cortado luego de la lugubre noche... abriste la fucking puerta y me gritaste para despertarme...como un desquiciado... y yo abrí mis ojos y me di vuelta para el otro lado y me seguí durmiendo... no me intereso mucho que te había pasado solo que ya estabas de vuelta y estabas bien... y bueno no me dejaste dormir ya que me contaste cosas que me dieron mucha risa y decidimos ir a la playa a ennegrecer a golpes de sol nuestras pálidas y lúgubres escensias de cuerpos... yo con el quitasol a la rastra y tu con tus cosas dentro de un deteriorado bolso, en que caían las toallas, las cervezas y pantalones largos para el frió nocturno... eso era por si acaso... bueno era un playita pequeña buena para tomar sol y refregarse las patitas en las olas del mar, aguas llenas de algas, que recolectaban pescadores para cremas y shampoo, los vendían, por una pocas monedas.... bueno mientras caminábamos entre lo veraneantes, mi espalda se hacia agua y me quite la polera porque deseaba darle una tonalidad tostada a mi piel, pero quedo rojo como pancora, pero en fin era de esperar con el calor que hacia no había que esperar algo mejor... cuando llegamos apenas decidimos donde quedaríamos abrimos la cerveza para poder amainar el calor y aunque corría viento estaba un poco menos caliente que la temperatura... metimos la cerveza en el agua que estaba muy agradable... y luego nos fuimos a sentar a nuestra toallas yo me senté bajo el quitasol ya que estaba evitando un poco el exceso de sol... mientras sorbía un poco de cerveza de la botella, y a lo lejos vi una sombra iluminada que conocí al instante y me recordé la noche anterior entre tus brazos y tu fuerza conteniéndome y dejando mi ser tranquilo y mis ansias calmándose, sombra te trasformaste en un ser conciliador de mi libido al que le ayudaste a contenerse y no fue por que no quisiera llevarme con la pasión tus deseos contenidos apaciguaron los que yo podía sentir, luego nos bañamos en las olas, las rocas y la arena y el tiempo nos cubría de paciencia, luego de conversa entretención de mirar, de dejarse mirar por algunas personas voyeristas que pasaron solo mirando y tratando de cuartearse con nuestros cuerpos semi-desnudos al sol... cuando el ocaso se presenta de forma entera y la marea se acercaba de forma amenazante a nuestras toallas y el frío comenzaba a hacerse presente decidimos marcharnos del lugar aunque placentero lo debíamos hacer terminábamos entre las olas buscando nuestras cosas... mientras caminábamos las caricias eran escondidas y el vientos nos cubría, la vista de los curiosos se aprovechaba de mirar... y llego la noche y nos emperifollamos y fue apresurado... entre las ansias de correr a ver que tal seria esta noche... y que se acerca en forma escandalosa... (continuara...)